Educar no es nada fácil, te lo digo yo, y eso que llevo pocos años, pero si yo no le enseño a mis hijos que sus actos tienen consecuencias cuando lleguen a la edad adulta van a ser infelices, unos egoístas infelices. Tienen que conocer dónde están los límites de su libertad, aprender a respetar a los demás, y no pensar que ellos tienen más derechos que los demás, cuando salgan a buscarse la vida serán uno más, y si no lo saben desde pequeños, entonces derramaremos lágrimas todos, y muy amargas.
Cuando mi padre nos castigaba nos lo quitaba todo, hasta la palabra, nos encerrábamos en la habitación hasta que la cosa se suavizara (días, incluso semanas), yo no soy así, si el castigo es no usar la bicicleta (es un ejemplo), eso no quiere decir que no juguemos al parchís o a la oca, que no vayamos al cine, pintemos, cantemos, lo que sea, pero la bici no se coge hasta que se vean resultados, es lo que hay. Para mí es mucho más fácil dejarle coger la bici cuando todos los demás la cogen, en vez de tenerle al lado dando el coñazo, pero si cedo no le estoy enseñando lo que quiero que aprenda, sino todo lo contrario. Eso sí, constantemente le doy besos y le digo que le quiero, que lo uno no tiene que ver con lo otro.
Educar no es fácil, es sacrificio, y si tienes hijos es tu deber sacrificarte, hay lecciones que no se aprenden en el colegio ni por ciencia infusa, y nosotros se las tenemos que enseñar.
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